WÜFKO

WÜFKO

La boca en primer plano de una mujer mapuche contando lo que soñó, la mano entrando al agua igual que entrando al cuerpo, el sueño que se entrelaza con la vigilia, las piernas como troncos. Paula Baeza Pailamilla nos habla de bosque, de agua, de sueños, de identidad mapuche y de sexualidad entre mujeres en un video que escapa a los lugares comunes con los que se suelen representar estas temáticas.

Baeza Pailamilla habla de territorio en un sentido expandido: entiende al cuerpo como territorio y al propio territorio como cuerpo, pero también reclama el derecho al territorio de lo intangible, de lo que no vemos, como los saberes ancestrales de su pueblo, donde los sueños son fuente de conocimiento. En Wüfko —que en mapuzungún significa ‘ojo de agua’— se entrelazan de forma poética las distintas dimensiones políticas de las que a la artista le interesa hablar: los cuerpos racializados, el bosque como cuerpo, el género, las disidencias sexuales.

En su práctica artística, Paula trabaja principalmente desde la performance y el audiovisual, y es su propio cuerpo el que encarna y visibiliza la diversidad política a la que hace referencia. En el marco de un contexto global que avanza cada vez más hacia la intolerancia y el borramiento de las identidades diversas, el trabajo de Paula Baeza Pailamilla es una forma de recordarle al mundo que estas identidades existen y resisten a pesar de prohibiciones y violencias.

Pau Delgado Iglesias

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Paula Baeza Pailamilla se define como une artista mapuche queer que trabaja con performance, prácticas textiles y formatos audiovisuales. Inspirándose en su identidad mapuche, toma esa experiencia como base para reflexionar sobre aspectos personales y contextuales, profundizando en dimensiones históricas, políticas y sociales. Ha colaborado con numerosos proyectos artísticos y colectivos, tanto en Sudamérica como en Europa, destacándose su colaboración con el colectivo artístico trop cher to share de Suiza o con el historiador y comisario Jose Cáceres, con quien iniciaron el proyecto curatorial School of the Forest, y el colectivo mapuche Rangiñtulewfü, que dio origen a la revista digital Yene. Fue becaria de la Eyebeams Democracy Machine y ha sido invitada a residencias en Alemania y Suecia, esta última en el Iaspis International Programme for Visual and Applied Arts de Estocolmo. Su obra forma parte de varias colecciones, entre ellas la del Museo Ludwig, Colonia (Alemania) y la del Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile (Chile).