Horacio Santos / Gente en la azotea

26 de febrero al 4 de abril de 2010

Tener gente en la azotea (o en el altillo) es una expresión popular que alude a la locura, supongo que arraigada en la imagen de que “el loco” ve o escucha cosas que sólo existen en su cabeza. Mi experiencia con la locura ocurrió trabajando como camarógrafo en una serie de entrevistas psiquiátricas. Sin una teoría con la que armar explicaciones o establecer fronteras entre normalidad e insanía, fui montando mis propias representaciones de los trastornos mentales, en particular, ese momento de la entrevista, angustiante y mágico, donde ocurria el despegue, el abandono del mundo cuerdo para zambullirse en el delirio. Sobre ese sustrato empecé a dibujar, a anotar frases y a producir imágenes disparadas por esas narraciones, donde aparece también el humor como estrategia que los propios pacientes usan para desdramatizar su condición. Incluso varios títulos fueron tomados del propio discurso psiquiátrico, visto como un intento de autoprotección, de contener la locura dentro de un corral biológico.

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