Alejandro Palomeque / 611

Del 23 de Febrero al 3 de Abril. Las pinturas de Palomeque parecen crear un intrincado ecosistema. Distintos animales aparecen con distintas deformidades...

Las pinturas de Palomeque parecen crear un intrincado ecosistema. Distintos animales aparecen con distintas deformidades o mutaciones, con más patas o alas de las que deberían. Las inquietudes que se plantean aquí comienzan con el número 611, que representa al minero dentro de la jerga de jugadores de quiniela. En este sentido la conexión con el miedo a la explotación del medio ambiente permite al artista articular a partir de imágenes y símbolos todo un espacio de asociaciones oníricas. La factura final demuestra un despliegue técnico inusitado: íconos, símbolos e imágenes que forman distintas capas o estratos. La mirada del espectador es obligada a trabajar como un arqueólogo de significados. La paleta baja y contenida con deslumbrantes referencias a artistas vieneses logra la confluencia de la estética pop con la del Art Nouveau casi de forma imperceptible. Palomeque transforma el caos en orden, mezcla stencils y pinceladas sin que una pase por encima de la otra, emplea formas repetitivas como parte de un diseño gráfico magistral. Las telas de este artista se transforman casi en emblemas de familia, la fuerte carga icónica y central logra un equilibrio entre figura y fondo, entre vida y muerte, entre lo contestatario del tema y lo templado de su factura. Bajo un tema preocupante y una actitud comprometida Palomeque demuestra que una posición negativa ante los  problemas que ponen en peligro el medio ambiente no implica un reacción violenta o una postura expresiva. Las obras de Palomeque nos pone en un lugar donde debemos, más que contemplar, tomar partido. Si el acuífero guaraní corre peligro con las explotaciones, será nuestra tarea bucear en la información de su cuidado o explotación, tanto y de la misma manera como debemos abordar su propuesta artística.

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