Silvina Arismendi / Uno

25 de abril al 2 de junio

33. Es difícil arruinar una buena idea. Sol Lewitt. Art-Language (UK), 1969.

Decir que Silvina Arismendi está “rayada” (en argot) sería seguramente una insolencia fuera de lugar.
Ciertamente la composición visual de esta muestra es rayada o con rayas, pero escribir que la artista se comporta como un antiguo disco de vinilo, que al rayarse repite sin fin un trocito de canción, sería definitivamente excesivo. Ciertamente su obra se relaciona con la reproducción casi mecánica de un proceso productivo y con repetición semi-automática de un concepto. Mucho del proceso creativo de la artista nace de su curiosidad hacia lo obsesivo, esa idea o deseo que uno no puede apartar fácilmente de la mente. Arismendi persigue con insistencia y de manera reiterativa esa intuición.

En el proyecto Uno su atención está puesta en la construcción de piezas que son mas de lo que aparentan, sin pensar que hay segundas intenciones. Sin intención de crear artilugios o artimañas, pero sí con cierta ironía, esta serie nos seduce transportándonos hacia la abstracción geométrica latinoamericana, la pintura constructivista y el arte concreto. Los objetos fabricados tienen cualidades formales que se encuentran en lo que se denomina la “geometría sensible”, caracterizada por el resultado tonal y la sutil irregularidad en las líneas. También con cierta influencia neo-dadaísta, cada obra de la serie Uno es una forma de collage de objetos encontrados, un ensamblaje de materiales cotidianos.

El resultado es óptico y conceptual. Como lo pusieron en evidencia los “minimalistas”, la repetición del objeto literal, la serie, es una estrategia liberadora en la producción artística. De la misma manera Arismendi con este trabajo examina su mismo proceso creativo. En 1967, Sol Lewitt escribía que lo esencial en la obra no es el producto último, sino el proceso: "la obra no suele depender de las habilidades manuales del artista, porque la idea se convierte en una máquina de hacer un arte que no es teórico ni ilustrativo de teorías: es intuitivo, se relaciona con todo tipo de procesos mentales y no tiene un propósito fijo".  En cierto modo la realidad contemporánea es más compleja. La obra de Arismendi, contempla el proceso como información genética de la obra y el producto último es la resultante de diversos factores determinantes.

Cada pieza esta circunscripta dentro de los límites físicos de sus elementos compositivos: las dimensiones preestablecidas del lienzo comercializado, la flexibilidad de las bandas elásticas, la limitada vida útil de la materia plástica. El uso de elásticos admite muchas interpretaciones, es un elemento que puede recuperar su forma cuando cesa la fuerza que la altera y puede ajustarse a distintas circunstancias. Por otra parte tenemos el contenido semántico de los elementos compositivos. El lienzo hace referencia a la historia del arte. Las bandas elásticas tienen connotaciones de ambiente escolar, de oficina, de objeto utilitario y estrictamente funcional. Por último está el componente táctil, tema conflictivo en las salas expositivas.
El proyecto Uno parece lineal, pero a veces las líneas rectas son líneas curvas desde otra perspectiva. 
 

Laura Bardier

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