Gustavo Jauge / Danger II

El artista interviene el ascensor con cintas amarillas y negras generando un ambiente desconcertante. Este es por naturaleza un espacio colectivo e íntimo. Es por eso que la cercanía con el otro siempre genera algún tipo de tensión, algún tipo de incomodidad. Cuando este espacio es intervenido, con cintas que simbolizan peligro, el espacio se torna opresor y violento.  Debemos estar mas atentos aún ante un peligro latente, anunciado o por venir. A partir de aquí las relaciones humanas pasan a ser el centro de ese peligro y todo se vuelve más problemático. Las cintas actúan presionando la percepción hacia la vulnerabilidad. G.Jauge se preocupa del espacio urbano como espacio de convivencia, pero lo muestra como un espacio de inseguridad.