Oscar Larroca / Bordes

10 de febrero al 20 de marzo de 2011

Cuando la reproducción de una imagen se asocia al virtuosismo, puede producir un acto de magia que consiste en la fuerza resucitadora de esa réplica. El fenómeno también ocurre si un gran instrumentista vuelca en la ejecución musical tales grados de sensibilidad que su versión parece devolver a la partitura todo el vuelo que le otorgó el compositor, como si lograra desintegrar el tejido de notas para recuperarlo luego en un encuentro ideal con su espíritu y su clima. Ocurre asimismo cuando un texto literario alcanza ciertos extremos de fascinación al reconstruir la escena que describe, logrando que ese espejo de la realidad respire de manera tan viva como el original que recrea, gracias al imponderable equilibrio con que se eligen y ubican las palabras, o a la elasticidad con que fluyen los párrafos. Así el oyente o el lector se internan en un ámbito donde los desdoblamientos (la interpretación de un concierto, el relato escrito de un hecho real) asumen por su calidad un valor equivalente al de las fuentes de las que provienen, igual que si lograran el prodigio de identificarse con la vida que imitan. Esas reflexiones son útiles para comprender el grado de seducción que despiertan los trabajos de Oscar Larroca, un artista plástico que recurre a la multiplicidad de técnicas —tinta, lápices policromos, pastel, grabado, fotografía, medios digitales— para simular la realidad de los cuerpos y objetos que representa, hasta conseguir la sorprendente fusión entre esos instrumentos y jugar con la desaparición de toda frontera entre ellos, logrando que el resultado se unifique en la ilusión de una verdad (la figura humana, los animales, las plantas) de la que apenas son el simulacro plano. Ese acto de apropiación de los modelos a través de la portentosa fidelidad de la imagen que los copia, es un alarde únicamente posible cuando interviene la capacidad de un artífice. Y ese privilegio, con la generosidad recicladora del arte, produce otro: el del observador cuando se enfrenta al formidable despliegue que presenta un pintor.

Jorge Abbondanza.

Curaduría: Magalí Sánchez Vera.

MESA REDONDA "Los bordes de la representación". Miércoles 2 de marzo, 19 horas. Con la participación del artista y los críticos Riccardo Boglione (La Diaria) y Carlos Rehermann. Los interesados deberán inscribirse a través del correo subtemvd@gmail.com CUPO AGOTADO.

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